En España el impuesto sobre la renta de personas físicas (IRPF), residente permanente o que pase más de 183 días al año, es un impuesto progresivo, lo que significa que el porcentaje a pagar aumenta o disminuye en proporción a los ingresos obtenidos. Estas escalas van de 19% a 45% del ingreso.
Si es no residente se aplica un 19% para los ciudadanos de Islandia, Noruega y cualquier otro país de la Unión Europea y para los ciudadanos no residentes de cualquier otro país del mundo, un tipo impositivo fijo del 24%.