Volvemos al Edicto de Fe proclamado en Valencia en 1519, para ver ahora las cacerías que promueven contra los que se alimentan de manera heterodoxa y pecaminosa. Ordena a los fieles la denuncia de los vecinos: ¨que maten aves de corral de acuerdo con la ley judaica, y se abstengan de comer cordero o cualquier otro animal que sea trefa; que no deseen comer cerdo salado, liebres, conejos, caracoles o pescado que no tenga escamas¨. Todos estos puntos no podían escapar a la vigilancia de los feligreses, quienes debían denunciarlos ante el comisariato religioso para no convertirse en cómplices de pecados contra la pureza de la fe. Menuda faena los imponía la Inquisición.