Si bien hubo nobles que durante los siglos XVI y XVII se asentaron en varios puntos de la actual geografía nacional, el primer título nobiliario que puede decirse fue creado con nombre venezolano fue el concedido para Gabriel Fernández de Villalobos.

En 1686, el rey Carlos II le concedió el título de Marqués de Bariñas y Guanaguanare, refiriéndose obviamente a las ciudades llaneras de Barinas y Guanare. Fernández de Villalobos destacó por tener una vida bastante intensa que nutrió con emprendimientos y cultivo asiduo del campo venezolano durante aquellos tiempos. No obstante, el título se extinguió momentáneamente junto con su portador, siendo rehabilitado ya entrado el siglo XX por el rey Alfonso XIII.

Pero podríamos decir que el primer título de importancia fue el otorgado a Juan Mijares de Solórzano y Hurtado de Monasterios, el día 17 de julio de 1691, siendo el primer Marqués de Mijares. De su unión con Teresa Tovar y Pacheco nació su hijo, José Ignacio Mijares de Solórzano, tuvo una destacada vida como miembro del clero, además jugar un papel fundamental en la creación de la Real y Pontificia Universidad de Caracas en 1721, y ser su segundo rector.