
Como se trata de un compendio breve, de seguidas se copia la descripción que hace el historiador Cecil Roth de la tortura de la polea aplicada por el Santo Oficio. Es la siguiente: ¨… a la víctima le ataban las muñecas a la espalda y a una polea, por medio de la cual era alzada del suelo. Si esto no bastaba para hacerle hablar, se le colocaban pesas en los pies y, tras tenerla suspendida un rato, la dejaban caer bruscamente y la sacudida dislocaba todas las partes del cuerpo.
Este proceso se repetía una y otra vez y en cada ocasión se incrementaba el número de pesas. Versiones perfeccionadas de este método eran los cordeles y garrotes, que se introdujeron más adelante, a medida que la investigación experimental fue progresando¨.