
Poco antes de las matanzas de judíos que suceden en España en 1474, circula una historia que después se asocia a profecías redentoristas de los rabíes, en especial de los más iletrados.
Una ballena hizo su aparición en las costas de Portugal, cerca de Setúbal, después de atacar con especial tenacidad a unos marineros que pretendían atraparla.
Solo cuando se acercó a tierra pudieron los pescadores derrotarla, y la gente desfiló para admirar el cetáceo. Medía, según las crónicas de la época, doscientos pasos de largo por cien de ancho, y su captura se consideró como un portento
Algunos maestros de las sinagogas aseguraron entonces que el gigantesco animal era una advertencia metafísica, un mensaje de Jehová que anunciaba la cercana venida del Mesías. No estamos frente a un episodio insólito, debido a que los ataques a los seguidores de la ley de Moisés provocaron el surgimiento de una corriente mesiánica que aseguraba la llegada de una época de salvación de los israelitas, liderada por un esperado líder invencible.