Por instigación del Arcediano de Écija, Ferrán Martínez, a la altura de 1391 se produjo en Sevilla una matanza de judíos que se extendió hacia Levante y el Norte de la Península.

La célebre crónica de Enrique II, a la cual hemos acudido en otras ocasiones, describe así la situación: ¨Perdiéronse por este levantamiento en este tiempo las aljamas de los judíos de Sevilla e Córdoba, e Burgos, e Toledo, e Logroño, e otras muchas del regno; e en Aragón, las de Barcelona e Valencia, e otras muchas; dando grandes dádivas a los señores por ser guardados de tan grand tribulación¨. Como se ha señalado por diversos historiadores, el autor de la crónica, Canciller Ayala, no destacó por sus simpatías hacia los judíos. El detalle concede especial confiabilidad a sus descripciones.