
La estrella de seis puntas que se forma de la unión de dos triángulos invertidos, insignia de Israel y punto de unión de los israelitas, es conocida como la ¨estrella de David¨. ¿Por qué? Se considera a David como la representación cabal de la justicia, susceptible de juntar por tal virtud los intereses supremos de su pueblo en un momento crucial de su evolución. A pesar de esto, hay que decir que los historiadores han topado con evidencias de sobra en torno a las injusticias que cometió el rey David, en torno a graves pecados condenados por las sensibilidades antigua y moderna.
Pero, según la lectura que se da en el Antiguo Testamento a la virtud de la equidad y al respeto de las pautas más elevadas, se entiende por justicia el cumplimiento de la voluntad de Dios. Por consiguiente, los excesos que pudo cometer David respondían a una decisión de Yaveh, razón suficiente para que fácilmente se les perdonaran. Hasta la célebre felonía que lleva a cabo con el general Urías, a quien manda a la vanguardia de un combate que lo conducirá a una muerte segura para apoderarse de Betsabé, legítima esposa del oficial conducido al sacrificio. Este abuso también se disimula, o se maquilla, porque de esa unión nacerá otro rey emblemático: Salomón. Y eso sin hablar de su toma de Jerusalén, la ciudad santificada por excelencia desde entonces y hasta la actualidad.