
Sabemos que los conversos son hostilizados con saña en el reino de Castilla, pero conviene destacar que muchos de ellos ocuparon posiciones de relevancia.
Varios de los Contadores Mayores de Juan II se habían convertido recientemente al catolicismo, entre ellos los influyentes Lope García de Salazar y Fernand López de Saldaña. Otro recién llegado a la fe cristiana, Nuño López, ocupó el codiciado cargo de Arrendador de Rentas, y su hijo fue figura principal en la casa señorial del opulento don Álvaro de Luna. Hasta llegó a casar con la sobrina del Adelantado Pedro Vélez de Guevara, cargado de blasones y doblones. Otro converso, Diego Arias, fue Contador de Enrique IV y fundador del linaje aristocrático de los condes de Puñonrostro.