
Nació en Castelo Branco, en 1511. Formado en la fe judía, abandonó el país natal por temor a las persecuciones de la Inquisición. Estudió medicina en Salamanca y fue un notable investigador. En lugares como Amberes, Francia e Italia hizo aportes en el área de la biología, que se consideran esenciales para el progreso de la medicina. Interesado en sus análisis, el rey de Polonia lo invitó a trabajar en su corte, pero Lusitano prefirió la soledad de sus gabinetes.
Descubrió el fenómeno de la circulación de la sangre y el papel de las válvulas en el movimiento del torrente sanguíneo. Escribió numerosas obras que todavía son objeto de consulta, entre las cuales destacan Centuriae y Curationem Medicinalium Centuriae Septeur, en siete volúmenes. Murió en 1568.