Aparte de los extremeños, desde La Rioja vino en el siglo XVIII José María Fernández Balmaceda, oriundo de Pipaona de Ocón. Tal como su segundo apellido lo indica, fue ancestro de José Manuel Balmaceda, quien fue presidente de Chile entre 1886 hasta su muerte tras la guerra civil de 1891.

Por otra parte, desde La Bañeza, en la provincia de León, llegó en 1741 Gregorio Prieto Seijas, quien tuvo entre su numerosa descendencia a Joaquín Prieto, destacado militar que ocupó la presidencia del país entre 1831 y 1841, y fue quien, de la mano con Diego Portales, ayudó al proceso de construcción de Chile luego de su independencia.

Cataluña aportó los ilustres apellidos Montt y Prat. El primero se debe a José de Montt y Monte de Rivera, llegado al país hacia 1722 proveniente de San Pedro Pescador. Entre su descendencia se encuentras tres presidentes: Manuel Montt (1851-1861); Jorge Montt (1891-1896), al que le tocó gobernar el país en un periodo de posguerra civil; y Pedro Montt (1906-1910), a quien correspondió una etapa de crisis en el llamado régimen parlamentario.

Además, este apellido es de una numerosa familia dedicada en su gran mayoría a la arena política. Por su parte, el apellido Prat llegó en 1806 proveniente de Santa Coloma de Farnés de la mano de Ignacio Prat. De su familia desciende el famoso Capitán de Fragata Arturo Prat, cuya destacada participación en el Combate Naval de Iquique le mereció una gran estimación por parte de los chilenos.